Eric Horstman

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REFLEXIONES SOBRE LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN ECUADOR

                              Por Magister, Eric Horstman

Sin querer, mi vida ha sido marcado por el fuego.  A los seis años sufre un grave accidente, atrapado en una casa en llamas, quemándome con mi hermano y un primo.  Yo era el único sobreviviente con quemaduras de tercer grado en más de 60% de mi cuerpo.

A pesar de lo sucedido, me dedique una parte de mi vida profesional a la prevención y control de los incendios forestales, obteniendo para este trabajo el “Carnet Rojo de Bombero Forestal”, otorgado por el Servicio Forestal Nacional de los EEUU.

Llegue a Ecuador en 1987 para trabajar en el Programa de Educación Ambiental en la Estación Charles Darwin en las Islas Galápagos. Luego, regrese como Voluntario del Cuerpo de Paz en 1990. Mi primera asignación era preparar un diagnóstico y recomendaciones para el manejo del recién creado “Bosque Protector Cerro Blanco”, ubicado en la última extensión de la Cordillera Chongón-Colonche en las afueras de la ciudad de Guayaquil.

Recuerdo ver un grupo de trabajadores tratar a apagar un pequeño incendio en este Bosque Protector, amontando hojarasca y palos secos usando machetes, en vez de construir líneas de cortafuego como es debido.  Fue obvio que ellos no tenían entrenamiento, ni los equipos necesarios para ser frente a su tarea. Con el apoyo de las autoridades locales, inicie un programa básico de capacitación en la prevención y combate de incendios forestales para los guardas parques del Bosque Protector.  Dividí este programa en tres partes.

  1. Ataque inicial

Con una inversión inicial para la compra de equipos profesionales de combate de incendios como “Pulaskis, McLeods”, mochilas de agua, celulares, etc., puse a entrenar los guardas en como recoger y transmitir información a las autoridades sobre el comportamiento de un incendio cómo también tomar medidas correctivas iniciales de su control en espera a reforzamientos.

  • Propaganda informativa.

Inicie esta actividad con la preparación y distribución de afiches explicativos de cómo hacer una quema controlada en tierras agrícolas, con el lema, “Los Bosques Son Sus Pulmones, No Las Quemas”. El propósito fue elevar la conciencia de los agricultores que trabajan en o cerca el Bosque Protector de los peligros y daños de los incendios forestales.  En este proceso, se pudo dar cuenta que ellos (como un gran parte de la población general) desconocía el valor real de los bosques.

  • Legal

Apoyado por el Ejército Ecuatoriano, se iniciaron patrullajes en el Bosque Protector, particularmente en las áreas de más incendios. Se encontraron que la mayoría de los incendios fueron causado por cazadores y fumadores de droga.  Se presentaron demandas por daños y perjuicios contra muchos de ellos, sin llegar a sentencias, ni multas por falta de leyes efectivas.  Por otro lado, muchos agricultores de la zona mostraron su disposición de apoyar las autoridades en tareas de vigilancia y control de incendios forestales.

Al terminar mis trabajos con el Cuerpo de Paz, fui invitado a formar parte de un equipo de incendios forestales interinstitucional liderado por la oficina regional de INEFAN en Guayaquil.  Aquí continúe con los trabajos de capacitación en combate de incendios a nivel nacional.  También participe conjuntamente con Ing. Gustavo Galindo Andrés (Experto Nacional de Incendios Forestales del INEFAN) en la preparación de un plan regional de preventivo y combates de incendios forestales para Ecuador, Perú y Bolivia.  Durante estos trabajos he visto que muchos de los bosques y plantaciones forestales en estos países ya han sido dañado por incendios. Confirmo que con aplicar simples trabajos de manejo forestal será posible reducir tales daños en el futuro.

A continuación, presento seis de las lecciones de los incendios forestales que aprendí durante mi permanencía en Ecuador.

  1. La capacitación no solo aumenta la capacidad del capacitados, sino también su orgullo y entusiasmo para hacer bien su trabajo.  La dedicación y eficiencia del guarda parques capacitados en Ecuador me ha convenido de este hecho. Expertos en el uso de herramientas modernas de combate como también la trasmisión de importante información del desarrollo de incendio a sus superiores, tales guardas parques ya puedan considerarse como la primera línea de defensa de los bosques costeras.
  • Hace falta verdaderas campañas educativas contra incendios forestales. A fin de hacer más efectivas estas campañas, es necesario utilizar los todos los medios de comunicación disponibles (radio, televisión, talleres, escuelas, entre otros). Representar la importancia de un buen control de los incendios forestales con un símbolo fácilmente reconocida por la población, hará más eficiente su campaña. El símbolo que se usa para control de incendios en Ecuador es el Sacha Loro; en los EEUU es el Smokey Bear.
  • Aumentar la coordinación entre diferentes instituciones es una buena forma de reforzar las capacidades de los participantes para con los incendios forestales. Una buena coordinación depende de la aplicación de un plan de trabajo, construido en base de un buen conocimiento de las capacidades y debilidades reales de las instituciones participantes.
  • Se necesita reforzar faenas de vigilancia y crear un marco legal que contempla sentencias y multas reales por los culpables de los incendios forestales no contralados.  Para establecer tales sentencias y multas es necesario saber los valores reales de los danos sociales y ecológicos causados por los incendios forestales como también los costos de los trabajos de remediación.
  • No se puede depender de las instituciones gubernamentales para la prevención y combate de incendios forestales, solamente.  Organizar brigadas de combates de incendios forestales en donde participan municipios, comunidades rurales, y bomberos estatales es una buena forma unificar esfuerzos y efectivizar el trabajo.
  • Hacer una plantación de árboles forestales sin contemplar para esto un plan de prevención y combate de incendios es una locura. En lo mínimo, todo plan de reforestación debe contemplar acciones de vigilancia, construcción de líneas de contra fuego, obras de limpieza y podas, y constitución de brigadas de combatientes, equipadas y capacitadas para el trabajo.